Loreto Bravo, Enfermera Supervisora del Servicio de Neurorradiología:
“Hay muchas aristas a considerar en una enfermera de Stroke, partiendo por liderazgo”
Para que todas las piezas de un engranaje encajen a la perfección, tienen que estar bien calibradas e integradas. Eso es lo que pasa con el equipo del Programa Stroke, donde el aporte de las enfermeras es clave liderando y convocando al equipo especialista antes esta emergencia.
¿Cómo opera el proceso cuando se avisa de un paciente apto para el Programa Stroke?
Comenzamos con una red de contactos (telefónico a un número particular) que incluía a los neurólogos del staff del INCA y luego a los de otros hospitales de la red de derivación. . Luego se dispuso de un número especialmente asociado a Stroke, donde se avisa del caso y se envían las imágenes y donde también participan los neurorradiólogos, pudiendo ver las imágenes de inmediato, agilizando ese aspecto, y posteriormente se sumó el software Join donde se ingresan los datos. Cuando el neurólogo nos avisa (a la enfermera de turno) que hay un candidato de Stroke, se activa el llamado y la enfermera comienza a llamar a todo el equipo, que considera anestesista, técnico de anestesia, técnico paramédico arsenalero, y tecnólogo. La mayoría (tecnólogos y enfermeras) vive cerca y preparamos todo para cuando llega el paciente, se recibe y se entrega al doctor los antecedentes básicos de este.
Un paciente que llega con un ACV en general no es colaborativo, pues no está muy consciente, y es muy difícil explicarle el procedimiento. Además, al ser una emergencia vital, no vienen con familia, solos, entonces su consentimiento es tomado generalmente por el médico en urgencias. Paralelamente viene el neurólogo que evalúa nuevamente el paciente, algunos que vienen con trombólisis realizada en su hospital de origen. Una vez ya recolectados todos los datos y tras la evaluación del especialista, el paciente se ingresa a pabellón y se prepara, se realiza la inducción anestésica, y zonas para hacer el procedimiento.
En una fase en que registramos hartos antecedentes desde el tiempo en que se hizo la inducción anestésica, tomamos el tiempo de la punción que realiza el médico, hasta el tiempo que llegan hasta la arteria del cerebro y destapan.
Terminado el procedimiento, se despierta al paciente y asistimos como enfermeras a los anestesistas, ya despierto, lo trasladamos a las camas UTI.
¿La pandemia implicó ajustes en el protocolo?
Sí, tuvimos que ajustar el protocolo Stroke, y ahora los pacientes se devuelven a su hospital de origen. Si bien en su ingreso en general no llega con sus familiares, estos acuden al hospital y se les explica el tratamiento, por qué es tan importante o por qué se hizo y se registran números de teléfono para contacto, porque una vez que se va, como no contamos con un servicio de neurología, debemos hacer igual un seguimiento del procedimiento. Antes era mucho más fácil obtener los datos y ver la recuperación del paciente en la escala NHCISS, ahora con la pandemia se ha complejizado y acordamos que los datos de contacto deben venir del centro desde donde se hizo la derivación.
A un mes de la trombectomía hablamos con el paciente o sus familiares, preguntándole cómo se siente y cómo ha progresado. Los ACV tienen diferentes etiologías, con patologías de base, y muchos factores que pueden originarlo. Además, entregamos ciertas indicaciones respecto a los cuidados de enfermería, como inmovilidad de la extremidad por donde puncionamos, o evaluar el sitio de punción.
La evaluación neurológica, al no seguir en el INCA el paciente, es difícil realizarla, pero tenemos esta comunicación que en general ha servido mucho de retroalimentación, porque estamos preguntando cómo evolucionó.
Asimismo, a todos los pacientes los tratamos como caso sospechoso de Covid, pues por la emergencia nos les alcanzan a tomar el PCR antes de que llegan acá y, en ese sentido, tuvimos que crear un protocolo del flujo completo desde cómo entrar al pabellón angiográfico y cómo se mueve el personal dentro del pabellón.
“Existe un gran compromiso de quienes hemos trabajado en el programa porque no solamente te comprometes con la institución, o el grupo de Stroke, sino que también con el paciente y eso implica dejar muchas cosas personaleS”s.
¿Participar de este equipo experto implica un compromiso importante?
Sin duda, este es un turno de llamado muy sacrificado, porque tienes que estar 100% pendiente de tu teléfono y dejar lo que haces en el momento en que te llaman, para irte al hospital. Además, tienes que estar en un radio de distancia de no más de 30 minutos del INCA, porque es una atención de emergencia y requiere una acción rápida.
Existe un gran compromiso de quienes hemos trabajado en el programa porque no solamente te comprometes con la institución, o el grupo de Stroke, sino que también con el paciente y eso implica dejar muchas cosas personales.
Los turnos de enfermería son cada una semana, y luego dos de descanso. Ser enfermera parte del Programa Stroke es una especialidad; no es lo mismo que desempeñarse en un pabellón común; son insumos que no son conocidos. Cuando empezamos este programa, las enfermeras y tecnólogos médicos nos fuimos a preparar a distintos centros, a España y Brasil, para ver las realidades que había y cómo estábamos haciéndolo nosotros. Hay muchas aristas a considerar en una enfermera de Stroke, partiendo por liderazgo para poder encabezar el equipo, llamarlo, motivarlo, etc., por lo que no se puede sumar a este equipo cualquier profesional, tiene que ser alguien con el conocimiento previo, y no en cualquier parte hay personal de enfermería con esta formación.